Amar sin límites
En verano de 2015, fuimos por primera vez a Perú, a la provincia de Cajamarca al pueblo de Morán Lirio que está a 3400 m de altura. Una de nuestras hermanas procede de este lugar y fuimos para celebrar la misa de acción de gracias por sus votos perpetuos junto a su familia. Desde entonces hemos ido cada verano con misioneros voluntarios.
Es un lugar donde la presencia de la Iglesia es muy escasa, pero la gente manifiesta una sed muy grande de Dios. Allí nació un gran deseo de llevar a estas personas al amor de Dios que tanto anhelan. Pero ellos mismos transmiten también con su presencia y hospitalidad este amor de Dios.
Cruzarás muchas fronteras hasta llegar a este lugar alto en los Andes. Igualmente será un viaje en el que cruzarás fronteras personales y tu corazón podrá crecer en la fe, la esperanza y el amor.
Esta experiencia toca tu CORAZÓN y te lanza a AMAR
Solo necesitas abrirlo a la sonrisa de los niños, la ternura de los mayores y la bondad de los indígenas. Allí donde casi termina la vegetación puede comenzar a florecer tu corazón.
La experiencia de vivir en una comunidad con otros jóvenes y con nosotras es un reto, pero además es una oportunidad de compartir lo mejor de ti en favor de todos.
¿Te atreves a ser misionero/a de esperanza?
