Te invito a que tú y yo miremos en dónde realmente está nuestra Salvación. Está en la cruz llena de amor y misericordia. Estamos en un tiempo fundamental de nuestra vida cristiana, en donde podemos encontrarnos con nuestros propios desiertos, travesías, subidas… pero con la certeza de que no estamos solos, sino que vamos acompañados de Jesús. Dejemos acompañar por él y acompañemos a él en su camino hacia la cruz.
Contemplemos el amor de Dios que se entrega en nuestras manos y se deja maltratar e incluso matar, observa el gran Amor hacia ti y vuelve a él. No te despistes, deja que el amor de Dios visite tu corazón, para que se dé la unión de corazones del suyo con el tuyo.
La presencia de Nicodemo me hace recordar que tengo que tener una actitud humilde y de búsqueda de la voluntad de Dios. Reconocer la verdad que me lleva a la luz y la invitación de ser luz para otros. Envíame Señor tu luz y tu verdad para que ellas me guíen por el camino de un amor entregado.
San Juan 3, 14 - 21
"(...) el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios."
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