Hoy hemos vivido un momento muy significativo para nuestra congregación: la elección de la Superiora general y su Consejo. Este día marca el inicio de un nuevo "capítulo" en nuestra historia, como Instituto, lleno de esperanza, fe y compromiso con la misión que el Señor nos ha encomendado.
Nos hemos reunido en un ambiente de oración, discernimiento y comunión fraterna, confiando en la acción del Espíritu Santo para guiar nuestras decisiones. Inspiradas por nuestro carisma oblato y con el corazón abierto a la voluntad de Dios, hemos elegido a las hermanas que estarán al frente de nuestra congregación, acompañando y guiándonos con amor, sabiduría y dedicación en los próximos 6 años.
Con gran alegría compartimos los nombres de las hermanas elegidas:
Superiora general: hna. Katharina Ramrath omi (Alemania)
Vicaria general: hna. Patricia González Fernández omi (España)
Primera Consejera: hna. Kathrin Vogt omi (Alemania)
Segunda Consejera: hna. Teresa Muñoz Cerdán omi (Perú)
Tercera Consejera: hna. María del Mar Gómez Mañas omi (España)
Al terminar las elecciones celebramos una solemne Eucaristía de acción de gracias, presidida por el P. Aurelio Cayón Díaz ss.cc., Vicario Episcopal para la Vida Consagrada de la Archidiócesis de Madrid.
A las hermanas elegidas, les agradecemos profundamente su disposición para asumir este servicio al que han sido llamadas. Sabemos que su entrega será una bendición para nuestra congregación y que, a través de ellas, el Señor continuará guiándonos en fidelidad al Evangelio y a nuestro carisma misionero.
La elección de nuestra Superiora general y su Consejo nos recuerda que somos una comunidad convocada por el amor a Jesucristo y a su Iglesia, y que juntas caminamos en la fe, buscando siempre ser testimonio vivo del amor de Dios.
Queremos invitar a toda la familia oblata, así como a quienes comparten el carisma y misión, a unirse en oración por las hermanas elegidas. Pedimos al Señor que las llene de sabiduría, fortaleza y paz para desempeñar con alegría y entrega esta misión. También pedimos a María Inmaculada, nuestra Madre, que las acompañe e interceda por ellas en cada paso de este nuevo camino.
Con gratitud y esperanza, iniciamos esta nueva etapa confiando plenamente en la gracia de Dios y en la fidelidad de todas las hermanas del Instituto, agradeciendo de forma especial a la hermana Raquel Toro Gil omi tantos años de servicio en el gobierno de la congregación.
Unidos en la oración
Misioneras Oblatas de María Inmaculada
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