“Desde el lema, “Santos en lo cotidiano”, el grupo juvenil de San Diego ha ido dando pasos durante todo este curso tras la vivencia de la JMJ 2023 en Lisboa. Encuentros, dinámicas de compartir, oración, formación sobre educación afectivo-sexual y discernimiento vocacional, convivencias de inicio de curso y de Navidad y junto a jóvenes oblatos, pascua juvenil y campamento urbano…¡todo un camino de fe y compromiso parroquial para seguir creciendo en lo humano y en lo que Dios quiere de cada uno y como comunidad de vida!
Y para ir finalizando este curso, alguna actividad fraterna de relax compartido. Hemos ido hasta Gandía el pasado fin de semana de julio algunos jóvenes del grupo y una pareja de recién casados de los jóvenes oblatos, Pati y Carlos. Allí los hermanos franciscanos TOR, nos han acogido con mucho cariño en el Centro de acogida S. Francisco de Asís.
Por un lado, hemos conocido este proyecto que acoge a hombres con un perfil de exclusión social, en donde experimentan un amor incondicional que les cuida y les acoge. ¡Preciosa obra de misericordia en este 25º aniversario de este centro! Juntos hicimos un cuadro muy lindo que expresa los frutos de esta obra de la que forman parte cada uno de los residentes, frailes, voluntarios, familiares y tantos que comparten la vida con ellos. Por otro, lado pudimos disfrutar de bañarnos en el Mediterráneo con una tarde de olas fantásticas. En medio de todo el compartir entre nosotros y con los hermanos y voluntarios, y todos aquellos que se acercan a colaborar y compartir la vida de fe, celebrando la Eucaristía como comunidad”.
TESTIMONIOS DE ALGUNOS JOVENES…
«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota » Esta frase de madre Teresa me recuerda a los frailes de la casa de acogida de Gandía. Pues desde que están en Valencia, desde hace 25 años, Gandía se ha convertido en un lugar de misericordia para unos hombres que habían perdido el sentido del amor entregado, el amor que acoge y sobre todo el amor que acompaña, incluso en una de las etapas más duras de la vida humana, la muerte. Para mí ha sido emocionante y significativo poder conocer a hombres que a través de su entrega, Fe y amor ayudan a los nuevos paralíticos, leprosos e impuros del siglo XXI. Aquellos que no son bien acogidos en la sociedad, en la casa de acogida de Gandía tienen un lugar, un hogar, un Nazareth y un amor que en pocas instituciones podrían encontrar.
(Leydi Silva).
“La experiencia que he podido vivir juntos a las personas de la residencia ha sido única e inolvidable; realmente maravilloso ver en sus rostros esa gran sonrisa, el poder trasmitir alegría después de hablar con ellos. Todos juntos y cada uno de ellos han establecido un hogar lleno de unión y respeto. Son personas increíbles y es una gran labor todo aquello que hacen por ellos. Cuidar y acompañar a las personas ha sido algo precioso.”
(Geraldy González)
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