Me gustaría, en pocas palabras, recordar un cuento que puede ilustrar aquello que estamos viviendo:
“Hubo un gran incendio en la selva, todos los animales huían, menos un colibrí que con su pequeño piquito iba y venía llevando agua para apagar el fuego. El tigre le preguntó: ¿Qué haces? El incendio es muy grande, tú eres pequeño, no podrás apagar el fuego de la selva. El colibrí le respondió con fuerza y bien convencido, esta es mi casa y estoy haciendo mi parte.”
Ante la situación de la pandemia podemos experimentarnos muy pequeños, pero estamos llamados a poner de nuestra parte, a sentir con el mundo y a reconocer que los que están sufriendo son nuestros hermanos. ¿Qué nos impide poner de nuestra parte?
Gracias a vuestra colaboración y a la ayuda económica de distintas organizaciones, la diócesis de Cajamarca junto con la asociación Cajamarca respira han podido reunir el dinero suficiente para comprar una planta de oxígeno, y así poder atender a los enfermos de Covid de la región, especialmente los más vulnerables.
Poner todos de nuestra parte significa que otros pueden tener oxígeno para recuperarse y seguir viviendo. Gracias por vuestra ayuda y colaboración.
Raquel Toro Gil, omi
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